20 Jul 2018
6 formas de violencia doméstica que todos tenemos que conocer
Normalmente, cuando pensamos en violencia doméstica, tendemos a pensar en la violencia física contra una pareja. Sin embargo, la violencia doméstica es mucho más que eso; y surge bajo distintas formas. En este caso vamos a hablar de seis, que van más allá de la violencia física. Recuerda que el

Normalmente, cuando pensamos en violencia doméstica, tendemos a pensar en la violencia física contra una pareja. Sin embargo, la violencia doméstica es mucho más que eso; y surge bajo distintas formas. En este caso vamos a hablar de seis, que van más allá de la violencia física. Recuerda que el amor no es estar enamorado, el amor es respetar.

1. Control

El comportamiento más común en los casos de violencia doméstica es el control que la pareja ejerce sobre su víctima. Habitualmente, el maltratador intenta controlar a la víctima restringiendo su contacto con amigos y familiares y limitando sus actividades sociales. Este tipo de ambiente permite que la relación se mantenga. Esto no significa que exista violencia física, a veces todo gira alrededor de pura manipulación psicológica. Normalmente comienza con algo pequeño, y antes de que la víctima se dé cuenta, el maltratador ya controla todos los aspectos de su vida.

2. Abuso financiero

Imaginemos que está en paro o decide ser madre a tiempo completo: necesitará apoyo financiero, ¿verdad? Un maltratador lo sabe, y habitualmente instiga este tipo de situación, interfiriendo en la capacidad de la víctima para lograr ese apoyo. Cuando esto sucede, el maltratador se aprovecha de la situación controlando el acceso de la víctima al dinero. El abuso financiero se utiliza para ganar control sobre la víctima -esta es en realidad la forma más fácil de conseguirlo.

Habitualmente, el maltratador usa tácticas para sabotear el empleo de su pareja, como llamar constantemente o presentarse en su lugar de trabajo, y montar un escándalo. Otras veces lo hace de formas más sutiles, como animar a la víctima a dejar su empleo porque el patrón o sus compañeros no valoran su trabajo y no la valoran como persona. La víctima siente que en su pareja encuentra un puerto seguro y no es así.

3. Abuso tecnológico

La tecnología surgió y dio a los maltratadores una nueva forma de controlar a sus parejas. Las contraseñas, la información online, el acceso a cuentas e históricos son formas de controlar a una víctima. Esto no ocurre solo porque el maltratador quiere saber qué está haciendo su víctima, sino también como una forma de amenaza, como por ejemplo: publicar contenido personal de la víctima. La llamada pornografía vengativa es un ejemplo de abuso tecnológico -a veces el maltratador controla a la víctima solo con la amenaza de que va a colgar en la web contenido íntimo suyo.

4. Persecución

Actualmente, también debido a la tecnología disponible, es muy fácil perseguir a alguien. Si alguien tiene acceso a la contraseña de su App Store o de Google Store, y realiza el seguimiento de su teléfono móvil a través del sistema GPS como, por ejemplo, a través de la geolocalización, sabrá dónde estará a cualquier hora. Los maltratadores no roban solamente información de las cuentas, además instalan aplicaciones que les envían información, para permitirles saber siempre dónde está la víctima y qué está haciendo. Aunque la víctima deje al maltratador, la persecución después de esto es muy frecuente, y este tipo de tecnologías se utiliza a menudo para conseguirlo, siendo extremadamente peligroso.

5. Cólera excesiva

No pienses que es solo cuando la pareja ataca a la víctima físicamente que esta es víctima de violencia doméstica. Los accesos de rabia son igualmente violencia doméstica. Los accesos de rabia verbal son muy comunes en estos casos, y dan lugar a situaciones tales como destruir los bienes de la víctima, gritos e insultos. ¡Recuerda que el amor es respeto!

6. Utilizar a los hijos en contra de la víctima

Muchas veces, cuando existe violencia doméstica en una relación y esta involucra a niños, el maltratador gana aún más control sobre la víctima. En general, el maltratador la amenaza con quitarle a sus hijos: secuestro o custodia. Otras veces vuelve a los hijos en su contra, manipulando su punto de vista sobre la situación. Esto no solo lastima a la víctima, sino también gravemente a los niños involucrados.