Fotografía: Latest Book Crush
Kristin Hannah ya nos ha acostumbrado a sus personajes femeninos llenos de carácter y de personalidad fuerte, así que no es de extrañar que este libro también los presente.
"El Ruiseñor" es una novela de la turbulenta época de la Segunda Guerra Mundial, pasada en una Francia ocupada por los soldados alemanes que pretendían difundir los ideales nazis por Europa. ¿Y qué mejor momento para abordar un tema tan sensible como el racismo y la xenofobia que el que vivimos actualmente, en pleno siglo XXI?
Separadas por años de experiencias, ideales y circunstancias de la vida, las dos hermanas que protagonizan esta novela siguen caminos separados y son la personificación de las dualidades de ser que parecen mantenerse firmes en nuestra vida cotidiana, casi un siglo después. Por una parte, la seguridad, la obediencia y la comodidad, por otra, la revolución, la rebeldía y el coraje…
El contexto es el ascenso de los regímenes totalitarios en una Europa frágil, y cualquiera que sea el lado de la barricada en que nos encontramos, Kristin Hannah no hace juicios de valor, pero nos enseña una lección fundamental: en tiempos de desesperación, de guerra y de profunda tristeza, depende de nosotros sacar lo mejor o lo peor de cada uno.
"El Ruiseñor" es una historia de libertad, pasión, supervivencia, perseverancia y humildad, en una narrativa intensa en efecto bola de nieve que nos agarra y nos retiene. Como ocurre con otras obras de la autora, este factor cautivador no es inmediato, la verdad es que necesitamos tiempo para apegarnos a los personajes y entrar en la narrativa, pero este compás de espera solo sirve para cautivarnos con más fuerza aún.
Fotografía: @tiffsbooked (vía Instagram)
"El Ruiseñor" es una obra pertinente que destaca a personajes femeninos fuertes, y verdaderos ejemplos de fuerza y lucha que, a pesar de tener visiones dispares, traen a la luz un mensaje que debe ser compartido, independientemente del siglo, de los ideales políticos o del género: la aceptación, el respeto, la igualdad y la democracia deben prevalecer siempre en tiempos más oscuros.
Y es a través de una escritura sublime que Kristin Hannah refuerza, una y otra vez, el papel de las mujeres en la sociedad misógina de la época. Con destreza, naturalidad y fluidez, se presenta un sujeto femenino capaz, luchador y valiente que se revela fundamental en la caída de un régimen. Somos mujeres y podemos todo - ¡este es el mensaje básico!
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