02 Jul 2020
Club de Lectura de Josefinas: Comer, Rezar, Amar
Un libro que plantea más preguntas que respuestas.
Club de Lectura de Josefinas: Comer, Rezar, Amar

Fotografía: Instagram @eatpralove_official

Comer, Rezar, Amar crea preguntas más de las que da respuestas. El romance es un relato cautivador de una búsqueda por un nuevo rumbo y una nueva perspectiva.

Elizabeth Gilbert es la autora de este aclamado libro, y quien, a lo largo de las páginas, nos lleva de brazo dado por el viaje en busca de lo que falta en una "vida perfecta".

Es muy fácil identificarse con Elizabeth Gilbert, una mujer real abrumada por el peso de la rutina y el vacío que le dejaba la sensación de no realización personal. Después de divorciarse, vuelve a empezar, sin miedo a los cambios y al futuro, y busca nuevas oportunidades, nuevos caminos, nuevas culturas.

Durante un año, Elizabeth recorre tres países: Italia, India e Indonesia, en busca de paz, equilibrio, amor, placer y espiritualidad. Es en esta novela tan envolvente que Elizabeth nos da a conocer sus pensamientos más íntimos, expresándose abiertamente sobre cuestiones tan pertinentes como la salud mental, la soledad o la depresión.

 

Fotografía: Instagram @thespringwind

 

En primer lugar, Elizabeth nos enseña a no tener miedo de vivir la vida apasionadamente y a entender que las cosas mundanas pueden realmente ser el camino a nuestra felicidad y bienestar. Apreciar la cultura, la gastronomía, la arquitectura, las personas que nos rodean, todo esto nos trae una nueva forma de ver el mundo, de comprenderlo y de entender nuestro lugar en él. Sobre todo, es crucial que sepamos amar y respetar quiénes somos, tener autoestima.

En segundo lugar, nos enseña a buscar y acoger nuestra espiritualidad. Es esencial que sepamos buscar formas de estar bien con nosotros, de reflexionar y de meditar. Siempre puedes cambiar tu perspectiva cambiando tu forma de pensar, y eso pasa por saber aceptar que no todo tiene una respuesta, o que no necesitas todas las respuestas. Aparte de las religiones, es casi un hecho que tener fe - ya sea en un Dios, en el Universo, en el Destino - no trae nada malo, sino todo lo contrario.

Por fin, Elizabeth nos enseña a amar. Esta puede ser la parte más "cliché", pero sigue siendo inspiradora y reconfortante. Al final de su viaje, en Indonesia, Elizabeth encuentra lo contrario de lo que buscaba y eso es lo que le trae uno de sus objetivos: el amor que no estaba en sus planes le trajo la paz que tanto necesitaba. Queremos creer que el amor aparece al final de este viaje como una señal de superación y desarrollo; después de todo, sólo después de muchos desafíos y de aprender a vivir sin culpa y miedo podemos entregarnos tan plenamente.

 

 

Comer, Rezar, Amar es una novela con un mensaje subliminal muy importante. Cuando lo lees en la fase correcta de la vida, despiertas la voluntad de cambiar lo que ya no te hace feliz, muchas veces incluso inconsciente. La lectura es muy fluida y cautivadora, especialmente porque la autora es una periodista exitosa, y sentimos casi que viajamos por el mundo con Elizabeth.

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