Al igual que con una vulgar prenda de vestir, parece que es fudamental que cada ser humano traiga una etiqueta de "cómo cuidar", para que no sea destruido por otra persona.

Desde este punto de vista, y como somos apasionadas por crear piezas con significado, diseñamos la edición especial You Can Leave, que busca llamar la atención sobre el flagelo cada vez más creciente y global de la violencia doméstica, contribuyendo a la irradiación. Cada vez más casos, cada vez más temprano, cada vez más muertes. Las mayores víctimas: mujeres y niños.

Diseñamos 3 zapatillas y unos cordones, todos con 5 símbolos comunes que no enseñan cómo cuidar - están impresos para que nadie olvide que en una relación, que debería basarse en el amor, en el cuidado mutuo y en el respeto por la individualidad, no debe haber violencia, no debe haber culpa, no debe haber vergüenza, no debe haber intimidación, no debe haber control.

A cada símbolo asociamos una de estas acciones, y a cada par de zapatilla la dimos una vida y un QR Code, que conduce a una posible ayuda y comprensión.

En una de las zapatillas el QR Code está escondido, significando que, en una relación en la que existe violencia doméstica, esta prolifera en el silencio y la vergüenza. Este QR Code está acompañado del mensaje "You Can Leave", pues puede que no sea la primera vez que la víctima logra abandonar al abusador, pero una de esas veces va a poder irse, para siempre. Hay siempre esperanza, pues son necesarios de entre 5 a 7 intentos para que la víctima abandone de vez a su maltratador.

Esta es una causa que nos atañe mucho, y por ello que la compra de cualquiera de estas 3 zapatillas o cordones revierte a asociaciones que ayudan a víctimas de violencia doméstica, en particular APAV y She is Rising.

Dos de las zapatillas tienen no solo los símbolos de cómo cuidar, sino también números, números que tienen un significado:

• 7 de cada 10 mujeres son víctimas de violencia doméstica al menos una vez en la vida;
• 603 000 millones de mujeres viven en países en los que la violencia doméstica no se considera un crimen;
• La edad más común de las víctimas de violencia doméstica oscila entre los 15 y los 44 años de edad.

¡Queremos alertar! Queremos hablar de violencia doméstica. ¡Queremos que se hable del tema! ¡No juzgues, no vuelvas la cara! Solo cuando se calza los zapatos de alguien se comprende cómo el dolor y sufrimiento, ocultos por la vergüenza, nos dejan incapacitados y nos hacen sentir víctimas sin salida. Pero hay siempre una salida y es muy importante saber que hay un camino que viene después, que nadie nace dañado - hay esperanza después de una vida de sufrimiento, hay una nueva vida y muchos buenos momentos para ser vividos!

La violencia doméstica no es un problema exclusivo de las parejas, es tuyo, de todos nosotros. No olvides que 7 de cada 10 mujeres son víctimas de violencia doméstica al menos una vez en la vida, y que algunas mujeres lo son toda la vida. Y seguro que conoces a alguien maltratado, por mucho que pienses que no. La violencia doméstica no elige edad ni religión, ni estamento, por eso nunca asumas que no sucederá contigo o con alguien que conozcas.

¡Pasa palabra! ¡Da inicio a esta conversación!