22 Oct 2021
¿Quién fue Amelia Earhart?
Es imposible resumir una vida tan llena de logros y éxitos, ¡pero aquí está nuestro intento de hacerlo y honrar a una verdadera Power Woman!
Josefinas_Amelia_Earhart

Amelia nació en 1897 en Kansas, Estados Unidos. Con una educación poco convencional, mostró desde temprana edad una enorme voluntad por romper con los roles de género: su abuela odiaba su ropa y, a diferencia de las otras niñas, trepar en los árboles era parte de su día a día.

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Ya en la educación secundaria, Amelia tenía un libro de recortes de periódicos donde guardaba registros de otras mujeres que triunfaban en mundos masculinos sin imaginar que, un día, ella estaría en los libros de otras adolescentes por el mismo motivo.

Amelia era una ávida lectora, con sed de conocimiento, y una aventurera nata. Después de terminar la enseñanza secundaria, se fue a Toronto (al inicio de la Primera Guerra Mundial) y, con ganas de marcar la diferencia, se convirtió en asistenta de enfermería en la Cruz Roja como voluntaria en un Hospital Militar.

Por esta época, llegaba a Toronto la Gripe Española, lo que la llevó a sumergirse aún más en sus funciones. En algún momento, ella también enfermo: Amelia sufrió neumonía y sinusitis (un problema que la acompañó casi toda la vida), estuvo hospitalizada y fue operada varias veces (sin gran éxito), lo que hizo que se uniera aún más a la lectura y a la poesía, aprendiendo a tocar el banjo y también algunas nociones de ingeniería mecánica.

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Una vez recuperada, Earhart visito una convención de aviación… y fue en ese momento cuando despertó su deseo por volar. Durante un año asistió a un curso sobre estudios médicos en la Universidad de Columbia, pero acabó por dejarlo para regresar a California, junto a sus padres. Fue en Long Beach, en compañía de su padre, donde visitó un aeródromo en el que voló con el famoso piloto Frank Hawks y, ¡se enamoró definitivamente por la aviación!

Después de la experiencia, estaba decidida a aprender a pilotar y, para ello, tuvo múltiples trabajos que la ayudaron a pagarse las clases. Por suerte (o destino), su profesora fue Anita Snook, ¡también era una piloto pionera en este mundo tradicionalmente masculino!

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Amelia compró su primer avión en 1921, un Kinner Airster amarillo al cual nombró como “The Canary” (El Canario). Un año después, ya batía récords de altitud y, al año siguiente se convirtió en la 16ª mujer del mundo en tener una licencia de piloto en los Estados Unidos de América.

Los años 20 fueron desafiantes y la piloto se enfrentó a problemas financieros de su familia y con sus propios problemas de salud. Fue entonces cuando vendió su avión, volvió a estar hospitalizada y tuvo que seguir un camino diferente, lejos del sueño de aviación. De vuelta a California, fue nuevamente hospitalizada y operada. Después de su recuperación, su objetivo era volver a la universidad, pero los problemas financieros que arrastraba su familia la obligaron a renunciar a este plan e ingresas posteriormente en el MIT.

Fue entonces cuando trabajó como profesora y asistente social, pero su sueño por pilotar, ¡no desapareció ni por un segundo!

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Más tarde, Amelia se convirtió en miembro del American Aeronautical Society’s Boston, el cual presidió. Gracias a su determinación y a que siguió invirtiendo en este campo, trabajó como comercial en el Kinner Airgraft y escribió columnas en los periódicos, a través de los cuales promovía la aviación, y en una organización de pilotos femeninas.

Después del épico vuelo en solitario de Lindbergh (un famoso militar y piloto) sobre el Atlántico en 1927, la piloto Amy Guest quería ser la primera mujer en hacerlo, pero, considerando el viaje demasiado peligroso, fue Amelia quien, en abril de 1928, aceptó el desafío. Ese mismo año, fue copiloto de Wilmer Stultz en un vuelo de casi 21 horas que aterrizó en Gales.

Después de este vuelo transatlántico, la imagen de Amelia se utilizó para promocionar todo: sus libros de aviación, sus conferencias y tours, hasta marcas de maletas de viaje, cigarrillos y ropa. Su imagen tenía un je ne sais quoi de mística y, por entonces, una gran variedade de artículos promocionales con el nombre de Earhart, que la catapultarían al éxito: una marca de ropa y una colección de maletas de viaje, entre otros.

Esta fue la mejor forma de financiar sus viajes. Después de esta aventura, Amelia se convirtió en editora de la revista Cosmopolitan, donde continuó su campaña por la igualdad de género en la aviación. En 1929, estaba entre los primeros aviadores en promover los viajes aéreos comerciales, invirtiendo tiempo y dinero para convertir este sueño en una realidad: Amelia también se convirtió en vicepresidenta de National Airways.

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A pesar de su creciente éxito, en la vida de Amelia faltaba la realización de un récord propio por lo que se dispuso a realizar su primer vuelo de larga distancia en solitario. El viaje de agosto de 1928 la convirtió en la primera mujer en cruzar el Norte de América y regresar. Sus conocimientos de aviación crecían y, con ellos, el reconocimiento de otros pilotos profesionales.

Durante un breve periodo, Amelia entró en las carreras aéreas y, luego se convirtió en oficial de la National Aeronautic Association, donde promovió el establecimiento de récords separados para mujeres y hombres, y se convirtió en un elemento clave en la Fédération Aéronautique Internationale. Fue entonces cuando Amelia fundó y presidió una organización de pilotos nacionales: The Ninety-Nines, que ofrecía a poyo a las mujeres en la aviación.

En mayo de 1932, con 34 años, Amelia completó su primer vuelo transatlántico en solitario. Despegó de Harbour Grace, Newfoundland, y aterrizo casi 15 horas después – tras soportar fuertes vientos y temporales del norte, condiciones de hielo e incluso problemas mecánicos – en Culmore, Irlanda del Norte.

Al convertirse en la primera mujer en volar en solitario, sin escalas, sobre el Atlántico, recibió la Distinguished flying Cross del Congreso, así como la Cross of Knight of the Legion of Honor del Gobierno Francés y la Gold Medal of the National Geographic Society del presidente Hoover.

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En 1936, Amelia fue miembro del consejo de Purdue University como consultora técnica en el Departamento de Aeronáutica, y fue allí donde empezó a soñar con su primer vuelvo alrededor del mundo.

Al año siguiente, partió con Fred Noonan como navegante para hacer este viaje en su Lockheed Electra. En junio, los dos comenzaron el viaje de 29000 millas (47000 km) desde Miami, hacia el este. Las semanas siguientes hicieron varias paradas para repostar, y a finales de mes habían cubierto 22000 millas (35000 km) llegando a Nueva Guinea.

Unos días más tarde, se dirigieron a la isla Howland, a unas 2600 millas (4200 km) de distancia. Se preveía un viaje accidentado, sobre todo porque el pequeño atolón de coral es difícil de localizar, por lo que los barcos de la Marina abanderaron la ruta. El equipo estaba en constante contacto por radio y los guardacostas estadounidenses les esperaban cerca de Howland, pero fue en una de estas transmisiones cuando Amelia les alertó de que se estaban quedando sin combustible. Una hora después de este anuncio, Earhart hizo su última transmisión.

Nueve años antes de este viaje, Amelia Earhart se casó con el editor George Putnam. Como en la vida, la opinión de Amelia sobre el matrimonio era liberal y George respetaba esa libertad. Su historia de amor es una historia de unión y convivencia respetuosa, que vale la pena conocer - en el libro “Last Flight” publicado en 1937, hay algunas entradas de diarios, cartas y otros escritos que Amelia envió a George a lo largo de este viaje.

Se cree que el avión desapareció a 100 millas (160 km) de la isla de Howland. Earhart y Noonan fueron dados por desaparecidos en el mar tras unos días de investigación exhaustiva.

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La misteriosa desaparición de Amelia Earhart captó la atención de todo el mundo y generó, hasta el día de hoy, miles de teorías. Durante 84 años, Amelia ha sido la inspiración de decenas de libros, películas y documentales.

Earhart es una verdadera inspiración para todos nosotros y muy pronto presentaremos las Josefinas Amelia, inspiradas en esta Power Woman, que vivió adelantada a su tiempo y que luchó tanto por los derechos de las mujeres.